Los Dioses Restantes

Existen pocos relatos del resto de los dioses, lo cual no implica que no existieran o que fueran menos importantes. Aunque han sobrevivido pocas historias acerca de estos dioses, tambien forman parte del canon nórdico.

Uller, Dios del Invierno

    Era hijo de Sif y de una giganta, era no solo el dios del invierno, sino también el dios de la caza y de la arquería, ya que en invierno muchos nórdicos encontraban la muerte. Era normal que Uller se encontrara a gusto en los meses de invierno, ya que estaba emparentado con los gigantes, hechos de hielo. Durante esta época se creía que Uller tomaba el mando de manos de Odín, pero este dios nunca fue tan querido como Odín, ya que no era benevolente, solo traía frío y sufrimiento al Midgard.

Njord, Dios de los Vientos

    Tras la guerra entre los Aesir y los Vanir, Njord, dios del verano Vanir, y Vili de los Aesir, cambiaron sus puestos. Njord, y sus hijos, Frey y Freya se establecieron en el Asgard, y Vili fue al Vanaheim. A Njord se le solía invocar cuando se producía algún fenómeno como una tormenta feroz o cuando soplaba violentamente el viento procedente del mar. Su palacio, Noatum, estaba cerca del mar para que pudiera aplacar la ira de Aegir, dios de los océanos.

Vilar, el Dios Silencioso

    Odín se acostó una vez con la giganta Grid, tuvieron un hijo llamado Vidar, el cual se caracterizaba porque nunca hablaba. Representaba la fuerza bruta y el silencio de la naturaleza. Vidar debía sobrevivir al Ragnarok, ya que era fundamental en la formación del nuevo mundo. Usaba unos zapatos hechos de hierro y de piel que servirían para protegerse de Fenris, cuando este vengara la muerte de su padre. Se creía que todos los trozos de piel iban a parar a estos zapatos, por ello los zapateros se deshacían de los restos con gran solemnidad.

Aegir, Dios de los Mares

    Aegir, era el señor de los océanos, era el único, ya que no pertenecía a la raza de los Aesir ni a la de los Vanir. Había existido mucho antes que estas razas y sobreviviría después de que estas perecieran. Se pensaba que era un hombre con pelo largo y una piel tersa sobre un cuerpo huesudo. Aegir y su esposa Ran (que a su vez era su hermana) encontraban gran placer en hundir barcos esperando encontrar grandes tesoros.

Forsetti, Dios de la Justicia y de la Ley

    Hijo de Balder y de Nanna, la diosa de la pureza. Con estos padres Forsetti tenia asegurado su asiento en el Gladsheim cuando alcanzara la madurez, fue nombrado dios de la justicia y se le entregó el palacio de Glitnir. Era el juez supremo de Asgard, cuando dos dioses tenían alguna disputa, se presentaban ante el, y una vez oídas las dos versiones pronunciaba su sentencia, Nunca nadie abandono Glitnir sin respeto y admiración por su oponente. En Midgard siempre se invocaba a Forsetti antes de realizar un juicio. Era el dios mas ponderado y equilibrado.

Vali, Dios de la Venganza

    Hijo de Odín y Rinda, no solo era el dios de la vengador de la muerte de Balder, también representaba junto a Vidar las poderosas fuerzas de la naturaleza. Mientras Vidar era el espíritu silencioso, Vali era su espíritu inmortal, la luz de vida, la luz que alimenta todo en la naturaleza. Normalmente era representado con un arco con el cual lanzaba su vivificante energía por todo Midgard.

Hermord, el Veloz Mensajero

    Hijo de Odín y Frigga, Hermod, era el veloz mensajero en el que confiaba su padre. A veces, cuando Odín estaba ocupado, le entregaba su lanza, Gungnir, y le hacia viajar a Midgard, donde haría brotar con dicha lanza la sed de sangre en los corazones de los guerreros. Puesto que Hermod era el causante del ímpetu de muchas batallas, ayudaba a las valquirias a transportar los muertos al Valhala, donde se convirtió en el jefe del Einheriar. El mas importante viaje hecho por Hermod fue a Hel para pedir el regreso del alma de Balder.

Las Norns, Diosas del Destino

    Eran tres diosas, Urd, dominaba el pasado, y era representada como una anciana que miraba atrás, Verdandi, que dominaba el presente, representada por una joven con la mirada fija hacia delante. Estas dos diosas, eran consideradas de gran ayuda para los dioses y para los hombres. La tercera era Skuld, y dominaba el futuro y su incertidumbre, esta diosa no tenia ningún cariño hacia los hombres ni hacia los dioses, era representada con un libro o papel enrollado en la mano y un velo, siempre miraba en dirección contraria a Urd. Todos los días las Norns tejían la tela del destino, pero Skuld solía deshacer lo tejido por Urd y Verdandi. Las Norns también tenian que ocuparse de regar y cuidar a Yggdrasil. Los dioses solían acercarse a la fuente de Urd, alrededor de la cual vivían las Norns y les pedían consejo.

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