Esta oscuridad proporcionó a la serpiente Nidhogg la fuerza para comerse las raíces de Yggdrasil, sacudiéndolo por los aires del Asgard. Entonces Heimdall supo que había llegado el momento de hacer sonar el cuerno sagrado, Gjallar, lo que haría levantarse en armas a los Aesir y a los nobles Einherair.
Este sonido también fue oído por Jormungard, la serpiente que rodeaba el Midgard, quien comenzó a retorcerse provocando enormes olas que salvaron a flote el barco Nagilfor, hecho con las uñas de hombres muertos cuyas familias habían olvidado cortárselas antes de que el cadáver fuera a la pira funeraria.
Cuando Loki vio esto, se montó en la cubierta del barco y se dirigió
al Vigrid, a él se unieron Fenris que lo devoraba todo a su paso y
Jormungard, que escupía veneno a todas las cosas, también se unieron a
él, un barco lleno de gigantes y el gigante Surtr con sus hijos, con los
ojos llenos de ira. Cuando llegaron al Vigrid emergieron a través de una
grieta Hel y Nidhogg, que aun tenia algunos trozos de las raíces
de Yggdrasil.
Todas las fuerzas estaban ya reunidas, los Aesir,
los Einheriar y los Vanir estudiaron a las fuerzas del mal al
igual que Loki y sus secuaces, Surtr y los gigantes de hielo
miraban a las fuerzas del bien con odio y desprecio en sus ojos.
El campo de batalla del Vigrid se lleno de gritos cuando empezó la
contienda.
Odín luchó con Fenris, Thor con
Jormungard, Frey combatió con Surtr, Tyr con el
odioso Garm y Heimdall con Loki. Los Einheriar y los
Vanir se enfrentaron con el ejercito de inmortales de Hel y con
los gigantes de hielo. La lucha entre Fenris y Odín fue dura y
larga, pero al final Fenris se tragó a Odín de un solo bocado.
Pero cuando Fenris se disponía a saborear la victoria, Vidar, hijo
de Odín, lo partió en dos abriendo sus enormes fauces tanto que cada
extremo tocaba el cielo y la tierra.
La lucha entre Thor y Jormungard era muy igual, pero al final Mjolmir, el martillo de Thor, acabó con la serpiente gigante, cuando esta yació muerta Thor se tambaleó y cayó muerto debido al veneno que la serpiente le habia introducido.
La batalla entre Frey y Surtr duró mucho tiempo, pero al final la espada de Surtr provocó la muerte del dios del Sol.
Tyr y Garm lucharon con gran ferocidad, tanto que al final ambos cayeron muertos al mismo tiempo, al igual que Loki y Heimdall, que se odiaban tanto que terminaron asesinándose mutuamente.